Los opioides son herramientas invaluables para el tratamiento del dolor oncológico y terminal, pero en México hay poco acceso a estas sustancias. Por otro lado, una persona muere cada nueve minutos por sobredosis de opioides en Estados Unidos de América (EUA)
La molécula prototipo de los opioides es la morfina, un compuesto natural que se encuentra en la especie de amapola conocida como adormidera o Papaver somniferum. De esta amapola se extrae una sustancia que ha recibido el nombre “goma del opio”, que a lo largo de la historia se ha utilizado no sólo como analgésico, sino también para quitar la tos, tratar la diarrea y dormir a los niños llorones (Bayer vendía un jarabe de heroína para dormir a los bebés cuando estaban llorando)
Aunque las propiedades medicinales del opio se reconocen desde hace miles de años, por mucho tiempo fue un misterio cómo actuaba. La identificación de la morfina como su principal sustancia activa se dio hasta 1805, mientras que la caracterización de su estructura química ocurrió más de 100 años después
El término opioides se acuñó para incluir a todos los compuestos –naturales, sintéticos, semisintéticos y endógenos (como las endorfinas)– que actúan sobre los mismos sitios receptores en el organismo, asociados a la transmisión y modulación del dolor y al procesamiento de respuestas gratificantes, entre otros efectos. Estos receptores se llaman m (mu), d (delta) y k (kappa)
La morfina es el mejor analgésico natural que existe y un excelente paliativo en los casos de dolor terminal. Ya en el siglo XVII, el clínico inglés Thomas Sydenham dijo que “entre los remedios que el Dios omnipotente se ha dignado dar a los hombres para aliviar sus sufrimientos, ninguno es tan eficaz ni tan universal como el opio”. Hoy, en la clínica se utilizan la morfina, la hidrocodona y la oxicodona como analgésicos (para reducir el dolor), el fentanilo como analgésico y anestésico, mientras que otros opioides son antidiarreicos y quitan la tos. Estos medicamentos son eficaces y seguros cuando se administran con las dosis adecuadas, por tiempos breves y bajo supervisión médica.
No obstante, el uso repetido de opioides lleva al desarrollo de una tolerancia a sus efectos analgésicos, genera adaptaciones celulares complejas que dan lugar a un síndrome de abstinencia muy desagradable (que dificulta la interrupción de su consumo) y puede producir adicción. Los opioides tienen un potencial adictivo elevado porque producen un estado de euforia y relajación intenso, a la vez que estimulan el sistema de recompensa cerebral.
Se estima que actualmente hay alrededor de 34 millones de consumidores de opioides en el mundo
El fentanilo es una de las moléculas que más se ha relacionado a la muerte de los consumidores. Es un opioide sintético con una potencia 50 a 100 veces mayor que el de la morfina.
Para evitar las muertes por sobredosis suele utilizarse la naloxona, un antagonista de los tres receptores opioides. Cuando un paciente quiere dejar el consumo de opioides, también contamos con una serie de fármacos que disminuyen el síndrome de abstinencia.
Muchos famosos han muerto debido al consumo de opioides, algunos de ellos son los siguientes
Prince
El famoso cantante, compositor y bailarín estadounidense murió el 21 de abril de 2016, a los 57 años. La policía descubrió que él no había tomado conscientemente Fentanilo, sino Vicodin, un opioide derivado de la codeína, utilizado como analgésico
Tom Petty
Fue un músico, cantante, compositor, productor y multiinstrumentista estadounidense. Tras ingerir un cóctel tóxico de siete medicamentos entre ellos, parches de fentanilo combinado con Oxicodona y Xanax, Tom Petty falleció el 2 de octubre de 2017.
Heath Ledger
Su cuerpo fue encontrado en los pies de su cama, el 22 de enero de 2008. Con base en la necropsia, se dio a conocer que el actor había muerto por una combinación de oxicodona, hidrocodona, diazepam, temazepam, alprozolam y doxilamina.
En el Club de los 27 la heroína tuvo un papel fundamental. Jimi Hendrix, Janis Joplin y Jim Morrison fueron algunos de los que batallaron contra la droga que, de una manera u otra, terminó por silenciarles.
Bibliografía
Cruz Martín del Campo S., Pérez García I.P. y Carranza Aguilar C. J. El tratamiento del dolor y los opioides. Ciencia 2020